vamos ya con una corta rareza, de esas que no nos llevan a ninguna parte sin embargo hacen que aprendamos cosas comunicaciones. En este azar, hablamos del salpicadero de los coches. Ese muro que alberga toda la instrumentación, los cursos guardaobjetos, cableados, airbags, etcétera. Todos sabemos lo que es un salpicadero, ¿no?
bien, ya el subsiguiente camino. ¿por qué se flama salpicadero? La dilucidación es bastante sencilla, sin embargo —como en tantas cosas de la Automoción— para explicarse el engendramiento de la fidelidad hay que corresponder a los plazos en que cuando uno hablaba de una berlina lo hacía refiriéndose a un utilitario estampado por caballos que albergaba lugar para dos ocupantes en su carrocería cerrada.
la fidelidad ‘salpicadero’ viene del lenguaje ‘salpicar’. Obvio. en aquella época, los carros incorporaban, bajo los pinreles del chófer, un contador de toza en suerte de L que servía para evadir que las salpicaduras del refresco y el limo llegasen inclusive el práctico o su acompañante. De allí, su renombre: salpicadero. 
con la invasión de los delanteros transportes carruajes, se copiaron percepciones que ahora venían de antiguo. Una de ellas fue cabalgar, frente al puesto de gobierno, un numerador vertical que arrancara del asfalto y protegiera las pantorrillas y parte del tuero del chófer de las proyecciones de zumo y comedón que pudieran generarse al volver por las encogidas. Y como el invento seguía sirviendo para lo mismo que el salpicadero de los carruajes de caballos, en nuestro país heredó el prestigio del salpicadero original.
nunca te acostarás sin saber una cosa más. Vamos, o no deberías.
vía | 20 minutos. ¡un arrodillamiento para Miguel Ángel!
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La anunciación Los engendramientos del salpicadero y su anecdótico renombre fue publicada originalmente en Motorpasión por josep Camós.
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