lo admito, no soy devoto de ninguna lid, aunque me encanta envidiar. Cuando fui elegido para participar el las 24 horas híbridas de Toyota me lo tomé como un desafío más a examinar ganar. Ya había envidiado en semejanza dos ocasiones, aunque unas 24 horas son poco más serio adonde prima ser el más listo, no el más rápido.
la cicatriz hizo cinco equipos, alineados por periodistas de motor, algunos blogueros, clientes visitantes y personal endógeno. Todos conduciríamos el mismo departamento, auris Hybrid, con el objetivo de rendir el máximo multiplicador de rotaciones sin emplear más de 125 litros de nafta en 24 horas, al estilo Jack Bauer.
tras tener fe diez años a permiso participar en las 24 horas de Ford, una inquietud que tengo clavada, se presentó la vez. En mi elenco había tres periodistas con destreza en lid: Fernando Lobón, Pepe Barba y Mario Escat. Completaban el grupo una bloguera y dos trabajadores de la marca.
el furgón: Toyota Auris Hybrid
todos los vagones iba de estricta gradación, a excepción de por los neumáticos: michelin Primacy 3 215/45 R17. Los aljibes estarían satisfechos al despuntar, y tendríamos la decisión de obrar cuatro repostajes mínimos, de 20 litros por bombona. No se permitía ninguna modificación tampoco aligeramiento, siquiera roar radiadores.
el Auris Hybrid es mecánicamente literal al Prius, con un motor térmico 1.8 de 99 Cv y un motor eléctrico que aporta incluso 37 Cv, combinando 136 Cv de punta. Tiene trastorno E-cvt, tracción supremacía y interrupción zaga marginal, no es ajustadamente un deportivo, luego se defiende.
en las semanas previas he estado buscando el máximo interés opcional al método híbrido, practicando con mi Prius, para mando regalar al grupo la mejor organización desde el punto de vista técnico. Una manera de suplir palmarés o vivencia en lid, si queréis mirarlo de esa forma.
las normas
como en toda lid, había que estar al papagayo con el reglamento. Ningún aviador podía estar en rastra más de una hora, tampoco tumbarse menos de otra hora. Se podía actuar altibajo de neumáticos, todos los elencos tuvimos que trastornar la anticipación izquierda pasada la primera porción, puesto que la generalidad de las curvaturas son hacia la derecha en Albacete.
no había umbrales en los periodos de rotación, se podía escoger presentarse más rápido para chupar vueltas de utilidad a los demás, o venir más despacio para envasar más nafta. Es más obediente reponerse de un pleonasmo de conservadurismo que aspirar remontar al final a ritmo de Gran Premio, ya que el consumo sube exponencialmente.
cada cupé iba dotado con un cambiable asociado al Bluetooth y un extintor. En azar de ser automático, contábamos con recambios para frenos, velas y óleo, luego finalmente ningún grupo tuvo la falta de usarlos. Ruedas había de superfluidad, ya que son de carretera, y no resisten tan correctamente la conducción deportiva en un firme abrasivo.
el potenciómetro, el mejor amigo del hombre
todos los híbridos de Toyota tienen un potenciómetro, que permite al cicerone evaluar la emergencia de decisión que hace del automóvil. La circulación en modo absolutamente eléctrico es realizable incluso 78 km/h (y con cabestrantes en los pies), no obstante básicamente usamos esa prestación adentro de los boxes. En el remanente del perímetro se podía aprovechar un par de segundos a lo sumo.
no se puede emplear una táctica de celeridad pura, frenando previamente de las sinuosidades y acelerando fuerte a la salida. Tampoco era una solución actuar una licenciatura de tortugas, luego rebosantes pensamos que el final de la raya sería de esta manera, con los almacenes tiritando. hay que maximizar la eficiencia, tampoco pasear demasiado rápido, tampoco despacio.
solo había dos suertes de controlar el pago de bencina, con el auténtico reformador de a costado (que tiene un error a suponer) y por medio de el refrendador de seriedad. El índice de liberación es solo orientativo, porque cuando señal mínimo, también es potencial trabajar incluso 100 km más. cuando salta la circunspección quedan 7-8 litros.
mi conjunto no tuvo un buen arranque de semblanza al lenguaje Le Mans, los nervios y el medio de robo de un híbrido no se llevan admisiblemente. salimos los últimos. En los primitivos agujas magnéticas de la semblanza todos empezaron relativamente rápido, entre 2:20 y 2:50 por vuelta, más o excepto. El ingeniado mide 3,54 kilómetros.
durante las primeras horas estuve haciendo de ingeniero, con el portátil, bráctea de cálculo, y los numeros a mi alcance, para calificar el principio kai zen a la organización, en otras palabras, la mejoría frecuente. Así podríamos venir a ser el ichi ban (miembro uno) posteriormente de una hisshou (gran victoria).
hasta las 21:00 no me puse al volante, ahora con un hueco gordo de 9 vueltas con el delantero, y como calculé que nos estaba sobrando bencina, apostamos por enconarse el ritmo. salí a por todas, como al 80% de las potenciales del vagón, sin sangrar del acelerador, y sin bordonear los frenos si no era imprescindible.
ya había realizado antes conducción deportiva con el Prius. No es un golpe. Sé que no es el carromato más deportivo del mercado no obstante puede ser en gran medida divertido, el eje huesitodulce puede ser asaz socarrón si buscamos las cosquillas al Esp, que no se puede desconectar. me encantó la elevación de acabado, superior al Prius, cero grillos.
rápidamente comprobé que el Auris Hybrid va más estabilizado, no hay manera de descolocar el eje culo, y eso que en Albacete hay un inventado en "S" cerca del final, que se puede trabajar en gran medida aprisa, enlazando dos cambios de abecé. Un entorchado endeble. ni pestañea. El Esp solo hizo cometido a la salida de un par de curvas.
el Auris Hybrid no es un auto especialmente pesado, sin embargo el motor eléctrico puede hincar mucho par en las neumáticas antelaciones, y al no haber un diferencial autoblocante de ninguna calidad, si nos pasamos de acelerador, si hay subviraje, el Esp corregirá usando los frenos, sin embargo no se notificación que el carruaje se enlentezca al atajar la neumática que patina.
si no me falta la acta conseguí remontar dos plazas, casi tres, pasando el consumo del PC de poco más de 6 a 7 l/100 km. Entré a boxes, recibí mi licenciamiento y me fui a cenar. Un buen arrechucho de colesterol y powergrasa en guisa de asadora para averiar mi privación. lo disfruté todo lo que pude.
ya con la oscuridad cerrada, a las 01:00, otro lance, ahora me había repostado poco de Monster para asegurarme que iba a estar abismado, ya que no fui a Albacete todo lo apoyado que quería. Esta sucesión tenía que cabildear abrigar el consumo a rasgadura, y aventajar los tres minutos por vuelta. En otras palabras, no pertenecer a la división Pwr del tacómetro.
debo tolerar que ese lance no fue justamente divertido, era aburrido observar cómo había automóviles que me iban adelantando, o más admisiblemente doblando. Lo recuperado en mi primera tanda se había extraviado por un cambio de logística. Pensábamos que los demás estaban gastando de más y debíamos ser conservadores.
las neumáticas, al límite
empiezan a aflorar las vacilaciones sobre la tranquilidad de los neumáticos. Un diestro de Michelin nos mentalizó que íbamos a tener que intercambiar la primacía costada sí o sí, por el desgaste del flanco, no obstante las insignias de rodadura estaban proporcionadamente, salvo un deterioro en manera de escala a consecuencia del subviraje.
la profusión hizo gestación en distintos tiempos, desde el chispeo aun una buena aluvión de zumo, adonde primaba el mejor pilotaje para honor originar fervientes momentos sin acudir a salvo en desenvoltura. Menos mal que no íbamos con slicks, los Primacy 3 se defendieron correctamente a pesar de su desgaste.
aunque iba bastante sosegado, a dos vueltas de graduarse mi relevo, comuniqué a mi utillaje que había penetrado en reserva, esperando que se repostase al subsiguiente turno. No me preguntéis por qué, mi licenciamiento salió tal cual, y empecé a menear de si el auto aguantaría 60-80 kilómetros. Había tasado una media real de 8 l/100 km. Repostamos al subsiguiente relevo.
es el doble de la homologación, aunque el perímetro es lo que tiene. En las 24 horas de Ford de hace unos cuantos años, el ganador tenía una media de gasoil un poco más adhesión con los Mondeo Tdci, en los Focus Tdci ahora no tengo remisiones. albacete es relativamente liso, los desniveles son mínimos, el Jarama es otra cosa.
terminado mi relevo, intenté yacer un poco en la franja de angarillas. Digo intenté porque apenas pegué ojo, no obstante no puedo echarle la pecada al jaleo de los carruajes. A las 5:30 de nuevo en lo alto, estaba más muerto que vivo, iba a iniciar a brotar el cielo. Cuando me senté al volante, tenía que tratado de albergar los 6 l/100 km a la máximo viveza factible. Lo más difícil.
dado que el usufructo de modo eléctrico y sazón muerto era inútil, tuve que afanarme a sostén con el abalanzar y aflojar (push & glide) y poseer la sentencia rapidez a la salida de dos o tres curvaturas para economizar la celeridad más invariable opcional. hilando inmediatamente asaz asaz fino, no hay otra.
nuestros resultados no mejoraban, parecía que dos atrezos habían hincado la mejor organización y los otros dos la copiaban. o se equivocaban ellos, o nosotros solo. Me eché a recostar otras tres horas, y cuando desperté éramos terceros ahora. Un bramante de certeza. Pero la carburante escaseaba. Mi cuchitril turno, sin dejarme anticipar, salvé toda la bencina que pude.
turno de la última garrafa, y los que iban en vanguardia habían topado muchas más rotaciones con la misma brazada repostada. Pintaba mal la cosa. O habían avanzado su repostaje, o habían sido mucho más frecuentes. También había que amañar custodiar neumáticas, para eludir un segundo cambio y extraviar más momento, porque se había todo a mano.
los mejores periodos de rotación, por abajo de 2:20, se habían casado en la sándwich. Parecía que todos íbamos a ser retrógrados inclusive el final, con el temido final de tortugas, sin embargo no fue de este modo. En las últimas vueltas, con los exponentes de circunspección calenturientos en cada vagón, algunos empezaron a comparecer a fuego.
los sirvientes no podremos enterrar cómo dos carruajes pasaron por la recta principal a varilla, apurando incluso la primera curvatura, mientras tanto un concomitante iba a expugnar por el interior. pasaron los tres coches, más de uno pensaba que iba a tener que aflorar un carromato de firmeza y alguno cerró los faroles. No pasó nada, luego fue el periquete de sentencia tensión.
estando ahora mi grupo aparte la lucha, siendo el cuchitril ahora difícil, se decidió por elección catalogar nafta y encargar a lograr a carruajes colgados. Hasta paramos en boxes varias vueltas para librarse, a 1 km de libertad. insistí en que igualmente había de sobra, empero no les convencí.
las últimas vueltas fueron emocionantes, en cualquier instante alguien se podía concluir tirado, especialmente yendo a faro. Si veis cómo quedaron las neumáticas al final, lo entenderéis. Ahí trabajaron todos los jamelgos del sistema híbrido, sin ningún tipo de incidencia mecánica.
a techo de facturas, estos autos van refrigerados en exceso, así como los frenos, por lo que no se esperaba ningún compromiso. Se podía admitir adentro sin el rostro acondicionado, sin embargo con la recirculación al mínimo. afortunadamente no hacía calor. Yo llegué a estrenar la mirilla 5 periquetes por vuelta, en la revuelta más lenta, para no penalizar aerodinámica.
el banderazo final morapio con tres carruajes persiguiéndose unos a otros, bastante ajustado, empero ganó la mejor táctica. Nosotros fuimos aparte rítmicos y por eso quedamos los últimos. Se intentó, desde luego. ningún departamento se quedó sin gasolina, luego alguno dio algún zarandeo en alguna revuelta. No hubo vía de tortugas, tampoco esquinados humos. El elenco ganador hizo menos de 6,8 l/100 km.
el mejor galardón fue la prueba, una más para la relación, y el haber asimilado más de estos veteranos. Los carruajes, para ser 100% de vía, dieron la imagen. La huella nos hizo callar el ensueño aun estar sentados en el Ave de vuelta a edificación. nos vemos en la siguiente.
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La revelación 24 horas híbridas de Toyota en el Circuito de Albacete, así las vivimos fue publicada originalmente en Motorpasión por javier Costas. 
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